Muchas veces nuestros contenidos adolecen de falta de continuidad en el tiempo. Que son hijos del presente, y que nacen por el día y mueren antes de que acabe.

Y esto es un gran problema. ¿Por qué los contenidos tienen una fecha de caducidad tan corta? ¿Cuál es la razón por la que los contenidos se pasan, por así decirlo, de moda?

Fundamentalmente existen dos razones, la primera es el paso del tiempo en el mundo marketiniano -lo que estaba de moda ayer, mañana ya no será tendencia- y la segunda, el escaso valor añadido que le damos a nuestros artículos. Se mueren sin que muchos los lean.

¿Qué hacer para que nuestros artículos sean eternos? Evidentemente, no todos nuestros artículos «merecen» dicho privilegio. Pero alguno que otro, que trate de temas intemporales y contemporáneos, debería durar como para convertirse en una guía de referencia para nuestro repositorio de artículos.

Aquí van una serie de consejos seleccionados de forma cuidadosa. No hace falta que los sigas al pie de la letra, pero para vivir más hay que vivir mejor. Y lo que mejores genes tiene es lo que más tiempo sobrevive. Cambia genes por ideas y, ¡voilá!

Los contenidos se mueren si no los sacas a pasear

Así es. Tus contenidos necesitan ejercitarse de vez en cuando. Y la forma que tienen los contenidos de moverse es a través de los medios sociales. Esto es, que alguien los tuitee, los cuelgue en tu página de Facebook, los comparta en LinkedIn, etc.

Tan sencillo como seleccionar qué contenidos creemos que pueden convertirse en intemporales, curarlos bien, y sacarlos de vez en cuando. Incluso, en el momento de su creación, dejarlos programados para 3, 6 e incluso 9 meses. Así nos libraremos de tener que acordarnos de cuál artículo era el que habíamos seleccionado para «eternizarlo».

Luego, debemos tener ojo y saber qué temas son intemporales… y cuáles no. Aquí entra el ojo clínico del editor y del periodista, pero las noticias no suelen ser «eternizables». Mueren y nacen en el día.

Ten la capacidad de detectar los artículos «top performers», esto es, los artículos más compartidos, los más vistos, comentados… porque puedes eternizarlos fácilmente.

En cambio, los reportajes en profundidad son contenidos que suelen durar más, máxime si el tiempo no es la pieza fundamental de los mismos. Un artículo sobre que Instagram ha estrenado una función nueva durará, al menos, un mes. Un artículo en el que enseñas a utilizar la función de Instagram nueva durará algo más. Pero uno en el que hables de estrategias efectivas para anunciarse en Instagram habrá sido tocado por un dedo divino: jamás morirá.

¿La razón? El tiempo no es una pieza fundamental, al menos durante varios años. Instagram no cambiará tanto en unos cuantos años como para que anunciarse ahí sea totalmente distinto. Evidentemente, cuando hablamos de eternizar, no hablamos de que un artículo dure 30 años, ese no es el objetivo. El objetivo es que sea siempre útil para consultarlo.

Las tres Erres: Redacta, Redistribuye, Recicla

Todos recordamos aquel eslogan cursi creado para animar a reciclar de las tres Erres. Aquí viene a ser lo mismo:

  • Redacta: Escribe el artículo y cúralo, esto es, guárdalo para otra ocasión
  • Redistribuye: Vuelve a enviarlo en redes sociales
  • Recicla: Vuelve a aprovechar los recursos para transformar tus posts en otros productos.

¿Tienes una serie de posts sobre un tema? ¿Por qué no haces un paper para enviárselo a tus nuevos suscriptores? ¿O una presentación? ¿Y una serie de vídeos de YouTube? El esquema ya lo tienes.

Son solo ideas para que tu contenido pueda beneficiarse de una nueva vida, y no tengas que estar pensando constantemente en crear cosas nuevas cuando tienes un gran trabajo hecho por detrás. Si se te ocurre algo mejor, ¡déjanos un comentario!