La geolocalización es una herramienta muy útil y hay toda una escuela de marketing detrás de la misma, con el geofencing y el geomarketing. No obstante, los clientes suelen ser mostrarse reticentes a facilitar información de localización, y eso se debe a que desconocen dónde van a acabar dichos datos o para qué se van a emplear. Por tanto, si queremos incluir en nuestras campañas el geomarketing, estos dos últimos hechos los debemos dejar zanjados, y explicar correctamente a nuestros clientes para qué queremos su localización. Si lo hacemos bien, dispondremos de valiosísimos datos para las campañas que llevemos de ahora en adelante.
La geolocalización como factor de ayuda: social, local y móvil
Podemos geolocalizar a nuestros clientes de diversas maneras, pero hay dos principales formas de hacerlo. Una de ellas es a través del tráfico web (IP o cookie) y otra de ellas es a través del GPS integrado de nuestro dispositivo móvil. La primera es automática y es la que nos impide, por ejemplo, acceder a Netflix estadounidense en España o a determinados contenidos en YouTube. La segunda nos solicita nuestra autorización y es ultraprecisa, puesto que da nuestra localización con un margen de error de pocos metros. Es la que utilizan la mayor parte de aplicaciones móviles, mientras que la otra forma es la empleada por las webs y webapps.
El concepto de SoLoMo (Social, Local, Mobile) viene pegando fuerte desde hace más de 4 años, pero es básico para comprender la geolocalización, puesto que sin Local ni Mobile, no puede haber geolocalización. Por tanto, ¿cómo puedo emplearla para que ayude a mi negocio? Facebook, por ejemplo, lo ha hecho de una forma curiosa. Cuando uno de nuestros clientes pase por delante de una tienda, Facebook nos lo hará saber y los segmentará por edad, sexo, y así cuando merodeen por nuestro negocio, recibiremos una notificación.
Los usuarios no tendrán que hacer nada, porque la información se enviará desde la app. Si no se desea participar, habrá que desactivar el seguimiento dentro de la aplicación. La funcionalidad -como todo lo bueno, solo disponible al principio en EEUU- permitirá segmentar por zonas de 50, 100, 200 y 500 m a la redonda, y no podemos sino frotarnos las manos con la cantidad de información que vamos a tener al alcance de la mano.
Aplicar las estrategias: qué software tenemos que utilizar
Dependiendo por dónde vayan a tirar nuestras estrategias, existe software de tecnología de marketing para estas funciones. Por ejemplo, es interesante contar con DKS Geosmart, un software que analiza mediante algoritmos complejos la situación de nuestros establecimientos, y estudia la dispersión geográfica de nuestros clientes, entre otros valiosísimos datos que podemos utilizar para mejorar y potenciar nuestro negocio. Una aplicación interesante.
Si nuestra estrategia va más orientada a la geolocalización de nuestro negocio y su reputación, contar con buenas revisiones y recomendaciones en Tripadvisor es imprescindible. Si nuestro negocio es la hostelería, es básico contar con todo esto, y dejar bien definido dónde te encuentras, así como contar con buena reputación en las dos principales webs de valoración de establecimientos hosteleros, incluyendo a Yelp también.
PlaceIQ es otra aplicación que nos permite hacer un estudio de nuestra audiencia digital y llegar a ella de formas no imaginadas antes. Hace uso de geomarketing para disponer publicidad a las personas que se encuentran cerca de nuestro negocio, a través de cookie e IP.
Por tanto, no hay que tomarse la geolocalización en broma: es un sistema maduro que nos permite encontrar clientes cerca de nosotros y segmentarlos por procedencia, edad, sexo, y toda clase de datos. Por tanto, no está de más plantearse la posibilidad de contar con una visión localizada de nuestros clientes, si eso nos permite obtener el mayor aprovechamiento de nuestra estrategia.
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