Comprar suscriptores en YouTube puede hacerte perder credibilidad

¿Apabullado con las enormes cifras de algunos youtubers, canales y particulares? Es posible que algunas estadísticas sean falsas o como poco de dudosa procedencia. ¿Cómo conseguir esas cifras estratosféricas que, además de éxito y viralidad, puedan llegar a generar beneficios económicos?

Empezar con un canal profesional en YouTube puede ser bastante duro. Cada vez aloja a más usuarios, la competencia de calidad y originalidad está a la orden del día y resulta más y más complicado destacar. Está claro que el vídeo es el futuro pero no hay nada más frustrante que crear un canal, nutrirlo de excelentes vídeos que consumen mucho tiempo de realización, seguir todas las recomendaciones de los gurús… y ver que apenas consiguen visitas.

Más 1.900 millones de usuarios acceden cada mes y visionan más de mil millones de horas de vídeo diarios. Triunfar aquí es lograr el éxito.

Porque YouTube es hoy por hoy el rey del vídeo. Es la nueva televisión, los youtubers las nuevas estrellas y nada parece ser capaz de detenerle ni hacerle frente. El único capaz ha sido el portal porno PornHub, y eso el día que YouTube cayó.

A la caza de la compra de suscriptores en YouTube

En la actualidad basta una sencilla búsqueda en Google para que te des cuenta de que la compra de visualizaciones y suscripciones en YouTube es el pan de cada día.

Allá por el 2016 ya se hablaba de lo fácil que resultaba engañar a YouTube con vistas y suscriptores falsos. Podías encontrar cientos de sitios que se dedican a ofrecer vistas y suscriptores falsos, y lo que era peor, a estafar a gente que pensaba que así obtendría mayor relevancia entre su público objetivo.

Con el tiempo los algoritmos de la plataforma de vídeo han ido evolucionando y haciendo más difícil sortear sus filtros de calidad. YouTube penaliza a las personas que compran suscriptores comprobando regularmente si los perfiles registrados son reales, a quiénes siguen, si ven vídeos fuera de esa actividad o si realizan búsquedas, acciones que de momento sólo puede realizar un humano.

Mejor tener 30 seguidores interesados que 300.000 hombres de paja

Parece que exista una relación directa entre la cantidad de reproducciones de un vídeo y la credibilidad del mismo. Así que si tienes un objetivo comercial esto se traducirá en una magnífica forma de potencial una marca o vender un producto. La clave está en tener muchas visitas, ¿pero a cualquier precio?.

En YouTube la economía de la atención juega una baza fundamental. Sin visualizaciones ni suscriptores es imposible salir adelante. Y aunque Google lo prohibe, siempre habrá empresas que desarrollen bots que simulen suscripciones y visualizaciones de vídeos.

Porque además es relativamente fácil detectar un canal que compra suscriptores. Pueden sorprender al principio ver tantas visitas pero después de una investigación mínima, saltará a la vista la realidad. Si un canal tiene 10.000 visualizaciones pero ningún comentario, ahí hay algo raro.

¿Muchas visitas y suscriptores? Fíjate en los comentarios.

¿Comprar suscriptores o no comprar? He ahí la cuestión

Antes de llevar a cabo una compra de visionados y suscriptores en YouTube o cualquier otra plataforma de publicación de vídeos orgánicos, conviene preguntarse si es el canal adecuado para transmitir tu contenido. La plataforma de vídeo propiedad de Google tiene un público muy heterogéneo, pero mayoritariamente es un público joven (aunque el abanico cada vez se abre más). Quizá tu problema puede ser que estés en el canal equivocado. Dependiendo de tu público objetivo, puede que te convenga optar por Vimeo, por ejemplo, u optar por redes sociales como Facebook o LinkedIn, que cada vez se adaptan más y mejor a este formato de visionado.

Si finalmente te empeñas en estar en YouTube y decides comprar suscriptores, ten cuidado:

• Si lo haces bien, te permitirá reducir el tiempo de posible éxito de tus vídeos. Es una forma válida de atraer público a tu canal. Muchos artistas compran visitas y con ello logran mejorar su posicionamiento orgánico y ganar en viralidad. Los vídeos aparecen con mayor frecuencia en los resultados de una búsqueda (Google considera el vídeo tan importante como las páginas con textos). También puedes comprar Likes y hasta comentarios… Algunas plataformas conocidas son AComprarSeguidores o Nacvi.
• Si lo haces mal corres el riesgo de que la plataforma te penalice en cuanto a relevancia. Habrás conseguido el efecto contrario, y tirado el dinero a la basura. Es mejor pagar por hacer un contenido sensacional e interesante, que comprar robots que dicen haber visto tu vídeo. Si al final optas por comprar utiliza un proveedor de alta calidad. Lo barato puede salir caro. Ten muchísimo cuidado. Una opción segura (pero menos barata) es invertir en campañas de publicidad en YouTube.

Nuestra opinión es que es mejor invertir en content marketing que intentar hacer magia. A la larga siempre es mejor crecer de forma real que intentar hacerlo de manera artificial y poco sostenible.

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