Desde el año 2012, el número de plataformas virtuales para conectar conocimiento con el público objetivo se ha visto incrementado notablemente, de tal forma que el número de aulas virtuales compiten por un mercado en continua expansión, pero muy reñido en Google.
Para un público ávido de tecnologías de información, diseño web, programación, marketing digital y social media display (por poner algunos ejemplos más comunes), esta “revolución” de enseñanza virtual disputa la supremacía sobre un ecosistema donde impera el orden del primero en Google, o el que más audiencia acumula en Facebook o Instagram.
En paralelo a este fenómeno educativo que le hace frente a la enseñanza tradicional, cientos de emprendedores ven a las aulas virtuales como fuente de dinero rápido si “venden conocimiento”, pero en la mayoría de los casos estos visionarios de internet fracasan en su intento de conexión con la audiencia porque no lograron sobresalir en Google, e incluso Twitter o Instagram.
Así las cosas, para optimizar las aulas virtuales ante el motor de búsqueda más importante -seguido por Facebook y el iOS-, es importante que el profesional o “experto” que desee abrir una escuela virtual tenga en cuenta los siguientes factores:
- Las aulas virtuales son rentables cuando el contenido que se “vende” tiene un alto valor académico [o técnico] y trata de información exclusiva, no replicada o traducida de otro portal.
- Las estrategias de marketing viral, social, dinámico e incluso offline de las aulas virtuales más llamativas de internet son las que colocan a la persona por encima del conocimiento; es decir, que segmentan los contenidos de tal manera que el estudiante siente “ese curso fue diseñado exclusivamente o pensando en mi«.
- Además, éstos centros educativos de mayor renombre en Google y con mayores seguidores en sus cuentas sociales son los que paradójicamente enseñan a vender y a hacer negocios en Internet.
SEO social para aulas virtuales
Una vez ahondado en el marco conceptual orientado a cómo comerciar las aulas virtuales, es importante orientar el discurso a la optimización del contenido e interconexión con el público objetivo.
Al igual que cualquier otra iniciativa comercial en Internet, mucho antes de estudiar al público objetivo, es importante hacer una introspectiva y precisar si se dispone de un conocimiento vertical-transversal sobre una temática específica y si existe algún procedimiento, técnica, proceso, fórmula o mecanismo capaz de ser comercializado como único en un conjunto de audiencias.
Es en este punto del análisis de todas las aristas que puedan nutrir a las aulas virtuales, cuando se debe proceder al siguiente proceso analítico para hacer coincidir el posicionamiento en Google con la intención comercial.
- Las aulas virtuales deberían estar segmentadas para grupos de audiencias en espacios geográficos y definidos, por ejemplo: Escuela Online de Bartenders y Chef de Miami Dade
- Además de la clasificación nominal de la futura aula virtual, se debe definir una estructura comunicacional que presente el centro de enseñanza como una solución [o fuente de respuestas] ante problemas cotidianos, Por ejemplo: “Te enseñamos a emprender un negocio en el sur de la Florida, atraer clientes, solicitar créditos, diseñar un menú y asesorar a dueños de bares y restaurantes«.
- Por último, y sin caer en tecnicismos, hay que sintetizar de forma enfática que si bien la plataforma es importante para garantizar la experiencia del futuro alumno, debe imperar la distribución de información en concordancia de lo que se “vende en Google”, porque es mil veces más dañino cinco exalumnos hablando mal del aula virtual en Facebook o Bing, que no aparecer posicionado en los motores de búsqueda.
Por Isaías Elías Blanco
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