A la hora de diseñar una estrategia de marketing es necesario realizar, en primer lugar, una investigación de mercados para decidir hacia dónde se van a orientar las diferentes políticas, planes y gestión empresarial.
La investigación de mercados debe ser un proceso sistemático, bien estructurado, que sigue unos pasos preestablecidos. Primeramente, hay que definir el problema, qué es lo que se quiere investigar y cómo se va a realizar esa indagación. Una vez definido este problema principal, se procede a la obtención de datos, para su posterior examen y extracción de conclusiones, a través de: encuestas, grupos de opinión, entrevistas personales, observaciones o trabajo de campo. En último lugar, se han de tomar las decisiones estratégicas u operativas adecuadas para adaptarlas a los resultados alcanzados y realizar un posterior seguimiento de las acciones.
Esta herramienta es necesaria para obtener información de calidad y relevante a la hora de abordar un nuevo proyecto, problema u objetivo empresarial, ya que permite la obtención de conclusiones que nos permitirán emplear las actuaciones idóneas para alcanzar un objetivo. Normalmente, se lleva a cabo por alguno de los siguientes motivos: satisfacer las necesidades de los clientes (qué mejoras son necesarias para un mayor agrado de los clientes), económicos (si se quiere entrar en un nuevo nicho de mercado y se quiere prever cuál va a ser el posible resultado) o administrativos (mejorar el control y la organización empresarial, para ser más eficientes en la asignación de recursos).
En definitiva, a la hora de realizar una investigación, existe software de apoyo que facilitará la gestión de los datos y su posterior análisis, como XLSTST-MX o SPSS, que trabajan con estadísticos. También destacan múltiples herramientas gratuitas para el análisis web: Google Trends, Semrush o Alexa, que serán de gran ayuda para obtener información sobre keywords, entre otros aspectos. Sin duda, programas que facilitan la toma de decisiones basadas en el mercado.
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