Últimamente la mayor parte de medios de comunicación de marketing hablan sobre una figura relativamente nueva en el sector, cuyo nombre empieza a retumbar en las paredes de las agencias: el Growth Hacker. ¿Qué se supone que es un Growth Hacker y por qué tendría que interesarnos?

El Growth Hacker en España es un nuevo puesto híbrido techie y creativo. Suele darse que una persona sea un 80% creativa y un 20% techie, o viceversa.

Pero gracias a las nuevas tecnologías y a que la programación cada vez es más omnipresente, encontramos perfiles altamente creativos pero que conocen a la perfección el desarrollo de aplicaciones, así como las herramientas y aplicaciones necesarias para hackear el crecimiento de una marca.

Pensemos en el Growth Hacker como un jardinero que sabe aprovechar al máximo un terreno. Una persona que a través de la tecnología conoce el grado óptimo de humedad de la tierra, las horas de luz necesarias para optimizar el crecimiento de las plantas, así como la calidad del aire, neutralizar la presencia de alimañas y plagas, etc. Y todo esto no lo sabe porque tenga una especial intuición con las plantas, sino porque utiliza las herramientas adecuadas que le permiten conocer los marcadores fundamentales sobre el negocio.

El Growth Hacking no deja de ser la aplicación de tecnologías tales como el SEO, la analítica, la publicidad online y el marketing viral con un enfoque tanto creativo como tecnológico. Es emplear las tecnologías tan potentes con las que hoy contamos para no ir dando palos de ciego como hace años. Hoy podemos medir lo que funciona y lo que no, y eso es lo que posibilita el poder hackear el crecimiento de una empresa o producto.

Growth Hacking y Neuromarketing, dos caras de la misma moneda

Growth Hacking y Neuromarketing están aliados en esta labor. Uno conoce perfectamente qué es lo que hay que hacer para tener clientes, y otro sabe lo que le gusta a los clientes sin que ellos lo sepan, atendiendo a sus emociones y pensamientos. Sabemos que nos gustan las listas en los titulares, la sorpresa, la indignación, las imágenes de animales, así como todo aquello que nos suponga un reto.

El marketing, despojado de toda su vestimenta, no es más que una técnica para obtener clientes (y que compren nuestro producto). Si hacemos contenidos, aparte de para crear un valor añadido, es porque sabemos que los contenidos generan leads. Y los leads son lo que mueve el sector. Si además conocemos perfectamente qué es lo que le gusta a nuestros leads y se lo damos, incluso sin ellos saberlo, es gracias a la tecnología que hay detrás.

Son todos los metadatos, comportamiento del cliente, nuestro posicionamiento… y en vez de estar dando palos de ciego, ensayando y fallando, conseguimos que de 100 tiros, todos golpeen en la diana, cuando antes debíamos disparar como ciegos y saber si habíamos dado por los aplausos del público. Ya no hace falta hacerlo así, por suerte.

¿Cómo opera un Growth Hacker en España?

El Growth Hacking hace uso de estrategias que están demostradas como fiables a través de la analítica. Decir científicas igual es un error, pero sabemos que casi siempre funcionan. El Growth Hacking hace uso de modelos freemium, esto es, ofrecer un producto base gratuito y cobrar si quieres mejorarlo, pero que el base sea lo suficientemente bueno como para que la gente le interese registrarse.

Otro modelo basado también en analítica es la gamificación. La gamificación provoca cierto pique entre los usuarios, que tratan de hacerlo mejor que los demás. Convertir en un pseudojuego cualquier situación tediosa o aburrida hace que la gente olvide lo aburrida que es. Dropbox te premia si compartes tu carpeta con más gente, LinkedIn te dice que eres una “eminencia” si rellenas tu perfil tal y como te pide. MailChimp hace también algo similar cuando envías una campaña, y cada vez más empresas agregan cierto componente de juego a sus aplicaciones.

En resumen, el Growth Hacking lo único que hace es aplicar estrategias que están demostradas como exitosas gracias al análisis de datos, añadiéndole el factor creativo a la ecuación. En realidad todos lo hacemos, aunque hasta ahora no se nos haya ocurrido llamarle así.

Fuentes:  How growth hackers redefine the game; Qué es el growth hacking