Lo has leído bien, para el año que viene habrá 6.400 millones de dispositivos conectados entre sí. El Internet de las Cosas aprieta fuerte, y calma si no has escuchado el término nunca: el 87% del planeta jamás lo ha oído antes. Así que enhorabuena, te vamos a explicar en qué consiste el IoT, del que hemos hablado previamente.
El Internet de las Cosas, la auténtica red de redes
Hace años, y hasta ahora, hemos entendido internet como una conexión entre ordenador y servidor. No obstante, la tecnología ha tendido a la miniaturización, reducción del consumo eléctrico y mayor eficiencia, por lo que hoy contamos con ordenadores del tamaño de una MicroSD que pueden ofrecernos prestaciones de equipos de hace 10 años. Sin ir más lejos, una placa base de un iPhone 6S puede procesar vídeo en resolución 4K, y un ordenador de 2005 tendría problemas para reproducir un vídeo de tal resolución. El iPhone puede hacer todo eso con un gasto eléctrico de apenas 1W y 1800 mAh, cuando un PC necesita decenas de vatios para mantenerse encendido nada más.
Conforme la tecnología se ha miniaturizado, las aplicaciones de las mismas también se han “reducido” de tamaño. Hoy podemos contar con relojes que se mantienen conectados a internet con un consumo mínimo de batería. Pronto, todo será susceptible de mantenerse conectado a internet. Las tecnologías que lo van a permitir ya están aquí, por lo que todo de lo que hablamos hoy no es ciencia ficción, sino que se encuentran entre nosotros. Y eso tan complicado es el Internet de las Cosas.
Según la todopoderosa consultora Gartner, cada día 5,5 millones de “cosas” –sí, hablan ya de cosas, aunque suene muy mal- se conectan a internet. En cinco años serán el doble, casi 13.000 millones. No habrá nada que no se escape a la conexión de internet. ¿La razón? Servicios. Imagina un bolígrafo conectado a internet que sea capaz de guardar nuestros apuntes y entender nuestra letra. No es ciencia ficción, existe.
Podemos imaginar también una taza capaz de medir las calorías de nuestro café, unas zapatillas que midan nuestro movimiento físico, tal y como ya hacen los wearables. Una cinta en nuestra muñeca capaz de detectar cómo saturamos oxígeno, cuánto azúcar tenemos en sangre y si deberíamos irnos a dormir ya o no. Ya es posible, tenemos baterías plegables y procesadores de bajo consumo como para poder obtener datos de cualquier sitio.
Ahora, imaginemos lo que se podría hacer con esos datos. La omnipresencia de internet hace que vivamos hiperconectados e hiperinformados, que sepamos con exactitud nuestras necesidades y que se adapten a ellas. Una nevera que es capaz de hacer pedidos por adelantado, un horno que nos recomienda recetas y adquiere alimentos para hacerlas, por no hablar de coches que pronto nos llevarán mientras desayunamos y tomamos el café tranquilamente dentro de ellos. Y no, esto no es nada futurista, esto ya está aquí.
Gracias al Internet de las Cosas van a surgir grandes oportunidades en marketing, para satisfacer necesidades y solucionar problemas que antes no podíamos resolver. Todo gracias a la increíble tecnología aplicada al marketing. Y lo mejor de todo, como hemos reiterado varias veces, es que nada de esto es ciencia ficción: ya está aquí, lo puedes tocar, lo puedes ver. En un mercado de 14.000 millones según Forbes, por lo que no pienses que puede ser el siguiente timo tecnológico, es una realidad tangible.
Prepárate para lo que viene
Antiguamente hablábamos de domótica como lo más. Hoy ya no hablamos de domótica, que se restringe al hogar y al entorno personal, sino de las cosas que llevaremos puestas. Puesto que lo inteligente ya no se restringe al hogar, sino que irá más allá del mismo. Nos encontramos ya más cerca de 2020 que de 2010, y en 10 años hemos visto cambiar el panorama tech muy rápido.
Ya no va a ser solo localización, tal y como el IoT ha sido hasta hoy, sino que el Internet de las Cosas ofrecerá sustanciales mejoras en prácticamente cualquier lugar. Sensores de riego para plantas, estaciones climáticas, cultivos, bienestar animal… anteriormente no podíamos registrar toda esta información sin ayuda de satélites. Hoy, los móviles antiguos previenen de que los furtivos en los bosques de Brasil acaben con hectáreas y hectáreas de árboles.
Esto es el verdadero Internet de las Cosas. Y está aquí con nosotros. Y desde MarTech Forum queremos que lo asimiles bien y que te prepares para la grandísima oportunidad de negocio que tendrás con él.
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