A día de hoy, el desarrollo de apps  se ha convertido en un trabajo fundamental para cualquier agencia. Desde el código máquina hasta los modernos entornos de desarrollo con los que hoy contamos, el desarrollo es una tarea que se ha convertido en algo menos tedioso que antaño.

Hace 20 años, las aplicaciones web no eran tan potentes como hoy. Los servidores que ejecutaban el código web no eran, ni mucho menos, capaces de mover con soltura las aplicaciones que hoy podemos llegar a ejecutar.

Con la popularización del cloud computing y de la nube, la mayor parte de aplicaciones que anteriormente empleábamos en el escritorio se usan ahora online. Esto nos ha dado una enorme ventaja competitiva, y es que el gasto se ha reducido casi a la mitad. También ha permitido simplificar el licenciamiento de software en la mayor parte de los casos. Y eso sin contar con que ha liberado nuestros ordenadores de miles de aplicaciones a las que ya podemos acceder con un simple explorador.

Software para desarrollo de apps

Para llevar a cabo el desarrollo de apps , existen cientos de lenguajes, dependiendo de la función esperada. Y cada poco aparecen nuevos que implementan nuevas arquitecturas y versatilidad.

El HTML/CSS, es un clásico. En su versión 5 es tan potente que hoy podemos construir aplicaciones con él.

PHP por su parte sigue vertebrando la mayor parte de aplicaciones y bases de datos, así como .NET, node.js, JavaScript, Python, Ruby On Rails (con el que se construyó la primera aplicación de Twitter).

Entornos como Eclipse o Visual Studio, Swift, se han popularizado en los últimos años gracias a las aplicaciones móviles, que fundamentalmente están escritas en Java y Objective C (desde iOS 7, Swift coexiste con Objective C), así como C#, presente en Windows.

No obstante, muchas veces queremos construir aplicaciones para nuestro negocio, pero no queremos la contrapartida del desarrollo. Bien porque no nos lo podemos permitir, o porque no consideramos que sea necesaria una partida destinada a pagar a un desarrollador para una aplicación sencilla. En ese caso podemos emplear constructores WYSIWYG (iniciales de «lo que ves es lo que consigues», en inglés). Aquí encontramos soluciones como I Build App, entre otras.

Si como desarrolladores necesitamos aplicaciones, además siempre podemos contar con toda la potencia de la nube de Amazon (AWS), o Azure de Microsoft. Soluciones no faltan. Lo que conviene es hacer una análisis de las necesidades reales, y según esto valorar cuál es la más adecuada para desarrollar una app.