El fin y propósito de una estrategia de posicionamiento web en buscadores es convertir visitantes de Google en consumidores, registros y usuarios para luego transformarlos en clientes a través de técnicas de marketing directo.

Populares premisas como “no venderás ningún producto si no lo tienes posicionado en Google”, “vende más quien mejor se posiciona en los buscadores”, “si quieres vender a través de tu ecommmerce tienes que posicionarte en Google”, han sido explicadas a medias porque la visibilidad de una organización, producto o servicio es solo la primera fase del ciclo de venta interactivo.

Las técnicas de SEO [Search Engine Optimization] funcionan para mejorar la ubicación de una web en el índice de los buscadores ante resultados específicos que reciben los usuarios al utilizar palabras clave o seleccionando categorías, y al mismo tiempo son el medio de conexión con el potencial comprador interesado en un ‘producto’, pero no se les puede adjudicar el título de herramienta de ventas porque solo “sirven de catálogo” ante el público objetivo en momentos determinados.

Aunque si bien conferencias, webinars y documentación facilitadas mediante Hubspot indican que la nueva generación de portales web debe aprovechar a los usuarios con poder adquisitivo, determinación a comprar, e intereses concretos que realizan búsquedas específicas de productos en situaciones puntuales [ejemplo: comprar gorras New Era Madrid] a través de una estrategia de “diseño de conversiones” que comienza desde el mismo Google y termina en un página que se encarga de cerrar el trato y finalizar la conversión.

Aunque se ha hablado mucho del tema y cientos de portales describen a diario qué es la conversión Web, vale la pena recordar que según los principales preceptos de neuromárketing los usuarios dejan sus datos, se dan de alta o compran en un portal cuando la distribución estética de la web y llamadas a la acción conectan con emociones que le hacen tomar una decisión.

Etapas de la conversión de visitantes a una Web

1- El proceso de transformación de “visitante curioso” o “potencial consumidor” a cliente empieza desde que el individuo encuentra algo que le llama la atención en Google – o cualquier otro motor de búsqueda.

Precisamente, para captar la atención del usuario hay que emplear las siguientes denotaciones en el Meta Title y Meta Description.

– Adjetivos calificativos: mejor valorado, más votado, más vendido, insuperable oferta

– Segmentación geográfica: “…de la ciudad de Houston”, “…. En Miami y sus alrededores”

– Explicar brevemente en una frase corta de 3-4 palabras cómo el producto puede ayudar al usuario: “Mejora la apariencia de tu empresa con los mejores signs de Houston”

2- Una vez que el usuario hace clic sobre el link del buscador la Web que lo recibe, tienes menos de 5 segundos para convencerle de que su elección fue la correcta, debe mantenerse en el sitio y posteriormente persuadirle a comprar el producto.

Y para lograr que el usuario complete alguna acción en la plataforma es importante que se tomen en cuenta los siguientes elementos de conversión:

Desarrollar un formulario que invite al visitante a dejar sus datos para recibir ofertas, descuentos, asesoramiento personalizado, presupuestos y recursos.

– Implementar una llamada a la acción que resalte el beneficio que le aportará el producto al individuo, y cómo le mejorará/facilitará algún aspecto de su día a día

– Incrustar una imagen de gran calidad que resalte los atributos del producto y por qué debe adquirirse

– Mantener un botón de gran tamaño con conexión directa al ecommerce que reemplace la frase “comprar ya” por “Adquirir”.

De esa forma, al implementar esos puntos en el diseño de la estrategia de venta se podrá apreciar de forma exponencial cómo la web mejora el índice de conversiones por visita.

Por Isaías Elías Blanco