La producción de vídeos como parte del marketing de contenidos o Content Marketing para los más anglófilos es uno de sus principales puntales. El vídeo es uno de los contenidos que más enganche genera y desde luego, el que más facilita la asimilación de nuestros principales claims. Además, unido a que a día de hoy podemos reproducir vídeo en casi cualquier formato, facilita que nuestro material se comparta, se reproduzca y aporte a más gente que antes.
Pero, como todo vídeo, su producción es costosa, puesto que detrás de un vídeo hay todo un equipo de cámaras, realización, producción y postproducción, y a veces las pymes no pueden permitirse tener un abultado presupuesto detrás que les permita crear los vídeos que desearían. Y sobre todo, contar con la asesoría y la evaluación necesarias para hacerlo bien. Lo peor que puede pasarle a un vídeo no es que sea malo, es que no se comparta. Que te deje frío, en cierto sentido.
No puede haber Content Marketing sin vídeos
Puedes hacer artículos, infografías, y demás contenido sobre tus productos, y es más; está bien hacerlo. Pero el vídeo es lo que marca la diferencia. Su coste es mucho más alto, comparado con el de un redactor o un infografista, puesto que no implica a una única persona, pero su capacidad de conectar con la audiencia es manifiestamente superior a la de todos los demás.
No obstante, tendemos en la mayor parte de los casos a tratar de crear contenidos audiovisuales que contenten a todo el mundo, para que al final no le gusten a nadie. Y ese es el principal peligro del material audiovisual del Content Marketing, crear contenidos que por tratar de agradar a todo el mundo acaben en el cajón de la irrelevancia.
Por ello, tenemos que evitar los siguientes vicios:
- Sexismo y lugares comunes: Lamentablemente, muchos productos a día de hoy se siguen comercializando como en los 60 y afianzando tópicos ya superados. Por tanto, es conveniente tratar de evitar los clichés en las situaciones que caracterizamos, que denotan escasa creatividad e imaginación.
- No mojarse: Hemos venido a promocionar nuestro producto, puesto que entendemos que es el mejor, pero tenemos que creérnoslo. El argumentario está bien, pero nos tenemos que creer que nuestro producto es el mejor, puesto que si potenciamos características que para el cliente no tienen valor, estaremos poniendo piedras en nuestro propio camino.
- Conoce a tu público: ¿A quién te estás dirigiendo? ¿Quién es el objetivo de tu Content Marketing? No puedes dirigirte a públicos distintos de la misma forma. Los millennials, por ejemplo, deciden sus compras de forma más emocional, no puedes darles una miríada de datos sin ningún tipo de piel.
Y sobre todo, replica aquello que funcione. Adapta tu contenido a tu audiencia, tira de humor si tu marca se lo puede permitir. El vídeo va a ser la tendencia de 2016 y ya lo avisa Hootsuite. No nos creas a nosotros, pero sí a los expertos que saben más 😉
El storytelling es fundamental en tus vídeos. Y ejemplos en España los tenemos muy buenos, como por ejemplo, el anuncio de la Navidad de este año y del pasado:
O Coca-Cola, otros maestros del Content Marketing:
O este, que aunque no es estrictamente un producto, sí que tiene los elementos necesarios para engancharte hasta el final:
O este, que sencillamente juega con el humor y la literalidad de una forma espectacular:
Estos vídeos, bastante conocidos, pueden facilitarte ideas para tus próximas campañas de Content Marketing y que no te hundas en el «¿y ahora, qué hago?«. Siempre se puede encontrar una aproximación original y de bajo coste.
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