Es difícil no imaginar los beneficios como compañía que el BI (Business Intelligence) combinado con nuestro marketing digital puede darnos. Por un lado, el acceso a datos privilegiados y segmentados de nuestro entorno, y por otro, las más avanzadas técnicas para conseguir leads. Todos esos enormes metadatos que gestiona el BI pueden ser de gran utilidad para nuestro negocio, si sabemos cómo emplear los primeros para que sirvan de base para una correcta campaña de marketing digital.

Entender el BI para entender el Marketing Online

El BI o Business Intelligence no es más que el aprovechamiento de los ingentes datos con los que se va a haciendo poco a poco una empresa, con el fin de tomar decisiones estratégicas de cara a los clientes. Para hacer BI como pyme a un nivel básico no necesitamos herramientas específicas, sino Excel, datos, y paciencia. Y saber muy bien qué es lo que estamos buscando, puesto que a día de hoy, podemos conocer hasta la marca del pintauñas de nuestros clientes, sin ir más lejos.

La complejidad del BI depende de lo que necesites. Pueden ser tecnologías que permiten depurar, sintetizar y adaptar datos de sistemas transaccionales e información deslavazada  en información estructurada, para su empleo a través de reporting, OLTP u OLAP, o para el posterior análisis y adaptación a conocimiento, dando así soporte a la toma de decisiones sobre el negocio, o bien, hacerlo a un nivel más bajo -que no peor, pero no tienes las mismas necesidades que una gran empresa o multinacional- como el que te describimos hoy.

Depende de tu negocio, de lo que quieras conocer, tu misión fundamental es encontrar los datos, puesto que están ahí, a disposición de cualquiera, deseando que alguien los encuentre, los cruce y los utilice en su estrategia de negocio. Pero, ¿cómo puedo encontrar datos? Hay múltiples formas de conocer a nuestros clientes gracias a las herramientas de analítica web o a los CRMs, que nos ayudan muchísimo en detectar qué clase de clientes nos interesan.

Google Analytics, un viejo conocido, es precisamente un gran aliado porque nos permite segmentar por múltiples factores, entre ellos el sexo, la demografía, edad, desde qué sistema operativo nos visitan,… esa clase de datos que, dependiendo del producto que tengamos, pueden interesarnos para saber a quién enviarle una campaña. Naturalmente, de lo que se trata es de automatizar la mayor parte del mismo, puesto que la detección de una multiplicidad de leads podría suponernos un trabajo tedioso al que tendríamos que dedicarle mucho tiempo.

Coleccionar los datos para poder segmentar

Saber dónde colectar los datos para iniciar nuestras campañas es clave. Tanto si somos un negocio B2B, como B2C, deberíamos saber dónde se encuentra el maná de nuestros datos. Si tenemos una eCommerce, sabemos que el maná de nuestros datos se encuentra en la actividad del usuario durante la navegación. Por tanto, nos interesa una solución que registre la visita del usuario a nuestra tienda, y nos diga quién es con pelos y señales. El que pase de un producto determinado, que adquiera otro o que busque uno en particular ya es un dato que podemos introducir en nuestra base.

Multipliquemos por 1000 el resultado del análisis de una sola persona. ¿Puedes imaginar la valiosa información que tendrías de la actividad de tus clientes? Lo mejor es que lo conocerías en tiempo real, y eso es lo bueno del BI: conocer en tiempo real cómo funciona nuestro cliente sin que él vea mermada su experiencia de usuario. Una vez tengamos esa información, es tiempo de hacer el análisis estratégico que nos permitirá saber en qué gastar nuestros recursos.

Si sabemos que tenemos 567 clientes que han convertido con un producto determinado, que tienen los recursos para convertir nuevamente, y que son fans de la marca, tenemos que hacer algo al respecto. De ti depende qué campaña, si email marketing, si SMS marketing, algo más innovador… pero solo puedes saber cómo llegar a ellos si tienes los datos.

Si conoces su edad, su procedencia, su poder adquisitivo y todos esos detalles, tu capacidad de acertar con la aproximación elegida será mucho mayor que tratar de llegar a cascoporro a todos ellos, a puro volumen. Esa es la ventaja que nos da el BI, contar con una aproximación certera, conocer bien a quién nos dirigimos, pero todo esto es un maratón que se tiene que hacer desde el primer día de la puesta a punto.

Por tanto, como te decíamos al inicio de este post, empieza ya a hacer acopio de datos, porque a nivel estratégico nunca sabes cuándo vas a poder utilizarlos… ni lo increíblemente bien que funcionan cuando los tienes.