Cuando escuchamos hablar de Personal Branding, siempre pensamos esos tipos que ofrecen cursos online a muchísimas personas al mismo tiempo, con sonrisa Profident constante, pero el Personal Branding no es solo eso de descarga mi ebook y mis slides, sino que es la imagen que ofreces a un potencial buscador de talentos o a un entrevistador. Cada uno tiene una imagen en las redes, que es su patrimonio inmaterial, y debería tratar de mejorarla y conservarla todo lo íntegra que pudiera. Por suerte para nosotros, existen herramientas y aplicaciones disponibles en internet que nos vienen muy bien para presentar nuestra imagen, sin necesidad de ser expertos en el asunto.

Personal Branding: mucho más que posicionar tu marca

El Personal Branding va mucho más allá del concepto de nuestra marca, es decir, nuestro activo inmaterial mediante el cual nos diferenciamos de los demás. Hay 7.000 millones de personas ahí fuera y cada una es única, cada una tiene un pequeño universo que ofrecer, y diferenciarse de lo que hace el resto se antoja difícil.

Ser uno mismo es fundamental: Pretender parecerse o ser otra persona es inútil, puesto que no hay nada peor que ver que una persona está tratando de asemejar su identidad a la de otros. Seamos sinceros: es mejor no mentir y decir sin ambages lo que pensamos sobre un tema, que tratar de que nuestra opinión agrade a los demás.

Cuál es tu propuesta de valor: Tanto si eres un experto en automóviles, como un analista político de primer orden, siempre tienes que definir cuál es tu propuesta de valor y sobre todo, qué es lo que haces bien. No vale lo de decir «es que no sé cuál es mi fuerte», porque eso no le va a servir a una empresa o a un cliente que precise de tus servicios.

Tu plataforma, tus normas: Sé dueño de la misma. Hazla tuya y diferente, utiliza estrategias probadas de largo recorrido -ofrecer materiales audiovisuales, ebooks, etc-. Ten tu dominio y tu plataforma, tus normas de publicación, invita a otros a publicar, y ofrece calidad.

Content first, design later: Céntrate primero en hacer las cosas y luego ya las diseñarás. Desde que existen los medios sociales, las principales puertas de entrada a tu sitio han dejado de ser tu landing y han pasado a ser las laterales. Y como laterales nos referimos a tu newsletter, los medios sociales como Twitter, LinkedIn, Facebook o Snapchat -por qué no- y tu WhatsApp – por qué no, también-.

About.me

Es viejuna pero muy conocida. Sin coste alguno – a no ser que quieras contratar un plan premium – te permite tener un sitio personal donde expliques quién eres, de dónde vienes, qué ofreces y todo lo que un buen personal brander contaría en su sitio web. Muy personalizable y se lleva bien con SEO, pero adolece de escasa renovación.

Re.vu

Mismo concepto que about.me, mucho más que ofrecer. Personalización completa, compatible con plugins de terceros y similares, a tener en cuenta para crearnos nuestra propia web.

WordPress

Tan sencillo de usar, con tantas posibilidades diferentes y tan adaptable dependiendo de nuestras necesidades, que por obvio que parezca, considerábamos necesario que estuviese en una lista de aplicaciones de Personal Branding. Sus posibilidades son infinitas, sin necesidad de escribir una sola línea de código, compatibilidad total con plugins y automation y completamente gratuito -salvo el hosting y el dominio, pero hay ofertas muy económicas e interesantes-.

Mailchimp

Imprescindible para gestionar una newsletter, y totalmente gratuita si enviamos menos de 10.000 correos al mes. Si tenemos un blog, el enviar una newsletter con nuestros contenidos es la mejor forma de asegurarnos si nuestros contenidos funcionan y que se leen, sobre todo. Permite automatizarlo todo, tener popups de suscripción, etc, y todo esto de forma gratuita.

Ya sabes, y si todavía te has quedado con alguna duda, es recomendable que te pases por el sitio web de Ángel Alegre, toda una eminencia en esto del personal branding, además de un ejemplo a seguir.